No se recomienda bañarse o ducharse con sus muñecas.
El agua puede entrar en el interior de la muñeca a través de varios puntos, como pernos de pie, pernos de cabeza y cuello, o cualquier desgarro en el cuerpo que se extienda al esqueleto, particularmente en las cavidades anal, oral y vaginal. Esta agua puede provocar el crecimiento de moho y la oxidación del esqueleto. Además, el agua atrapada puede aumentar significativamente el peso de la muñeca.
Si elige bañar a su muñeca, tenga mucho cuidado ya que las muñecas pueden volverse resbaladizas cuando están mojadas. Dejar caer o manipular mal la muñeca puede provocar lesiones. Se recomienda sentar a la muñeca en el borde de la bañera y sumergirla gradualmente en el agua durante los baños. Para las duchas, se recomienda utilizar una silla de ducha para evitar caídas y facilitar el levantamiento seguro dentro y fuera de la ducha.
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